Laika la astronauta
Unrecognized Preview
The Industrial Revolution made us precariously dependent on nature's dwindling legacy of non-renewable resources, even though we did not at first recognize this fact. Many major events of modern history were unforeseen results of actions taken with inadequate awareness of ecological mechanisms. Peoples and governments never intended some of the outcomes their actions would incur.
To see where we are now headed, when our destiny has departed so radically from our aspirations, we must examine some historic indices that point to the conclusion that even the concept of succession (as explored in previous chapters) understates the ultimate consequences of our own exuberance. We can begin by taking a fresh look at the Great Depression of the 1930s, an episode people saw largely in the shallower terms of economics and politics when they were living through it. From an ecologically informed perspective, what else can we now see in it?
The Great Depression, looked at ecologically, was a preview of the fate toward which mankind has been drawn by the kinds of progress that have depended on consuming exhaustible resources. We need to see why it was not recognized for the preview it was; this will help us to grasp at last the meaning missed earlier.
We did not know we were watching a preview because, when the world economy fell apart in 1929-32, it was not from exhaustion of essential fuels or materials. From the very definition of carrying capacity - the maximum indefinitely supportable ecological load - we can now see that non-renewable resources provide no real carrying capacity; they provide only phantom carrying capacity. If coming to depend on phantom carrying capacity is a Faustian bargain that mortgages the future of Homo colossus as the price of an exuberant present, that mortgage was not yet being foreclosed in the Great Depression. Even so, much of the suffering that befell so much of mankind in the 1930s does need to be seen as the result of a carrying capacity deficit. The fact that the deficit did not stem from resource exhaustion in that instance makes it no less indicative of the kinds of grief entailed by resource depletion. Accordingly, we need to understand what did bring on a carrying capacity deficit in the 1930s. -W. Catton
Un Adelanto
La revolución industrial nos hizo precariamente dependientes del legado decreciente de los recursos no renovables, aunque al principio no reconocimos este hecho. Muchos acontecimientos de la historia moderna fueron el resultado imprevisto de acciones tomadas con una conciencia inadecuada de los mecanismos ecológicos. Los pueblos y los gobiernos nunca desearon los resultados que sus acciones incurrieron.
Para ver hacia donde nos dirigimos cuando nuestro destino se ha separado tan radicalmente de nuestras aspiraciones, debemos examinar algunos indicios históricos que apuntan a que incluso el concepto de sucesión (Como lo hemos revisado en capítulos anteriores) subestima las consecuencias finales de nuestra propia exuberancia. Podemos comenzar dándole un nuevo vistazo a la gran depresión de los 30’s, un episodio que la gente vio en términos mas superficiales como fenómenos económicos y políticos cuando lo experimentaron. Desde un punto de vista informado por la ecología, ¿Que mas podemos observar en ese período?
La gran depresión, vista desde un punto de vista ecológico fue un adelanto del destino al que la humanidad se ha enfilado por los tipos de progreso que han dependido de consumir recursos no renovables. Debemos de entender por qué no se le identificó como el adelanto que representaba; esto nos permitirá por fin comprender los significados que pasaron desapercibidos anteriormente.
No sabíamos que era un Adelanto porque cuando la economía mundial se deshizo de 1929 a 1932, no fue por agotamiento de combustibles esenciales o de materiales. Tomando de la misma definición de Capacidad de carga –La máxima carga ecológica soportable indefinidamente- Ahora podemos ver que los recursos no renovables no proveen auténtica capacidad de carga; solamente proporcionan capacidad de carga fantasma. Si el llegar a depender de la capacidad de carga fantasma es un trato faustiano que hipoteca el futuro de Homo Colossus como el precio de nuestro exuberante presente, esa hipoteca no estaba en situación de embargo en la gran depresión. Aún así, mucho del sufrimiento que tuvo que soportar la humanidad en los 30’s necesita ser vista como resultado de un déficit de capacidad de carga. El hecho de que el déficit no acaeció como resultado del agotamiento de recursos en esa instancia no la hace menos indicativa del tipo de sufrimiento que conlleva el agotamiento de recursos. De acuedo a esto, necesitamos entender que fue lo que provocó un déficit de capacidad de carga en los 30’s
http://www.mnforsustain.org/catton_excerpt_overshoot_1982.htm
To see where we are now headed, when our destiny has departed so radically from our aspirations, we must examine some historic indices that point to the conclusion that even the concept of succession (as explored in previous chapters) understates the ultimate consequences of our own exuberance. We can begin by taking a fresh look at the Great Depression of the 1930s, an episode people saw largely in the shallower terms of economics and politics when they were living through it. From an ecologically informed perspective, what else can we now see in it?
The Great Depression, looked at ecologically, was a preview of the fate toward which mankind has been drawn by the kinds of progress that have depended on consuming exhaustible resources. We need to see why it was not recognized for the preview it was; this will help us to grasp at last the meaning missed earlier.
We did not know we were watching a preview because, when the world economy fell apart in 1929-32, it was not from exhaustion of essential fuels or materials. From the very definition of carrying capacity - the maximum indefinitely supportable ecological load - we can now see that non-renewable resources provide no real carrying capacity; they provide only phantom carrying capacity. If coming to depend on phantom carrying capacity is a Faustian bargain that mortgages the future of Homo colossus as the price of an exuberant present, that mortgage was not yet being foreclosed in the Great Depression. Even so, much of the suffering that befell so much of mankind in the 1930s does need to be seen as the result of a carrying capacity deficit. The fact that the deficit did not stem from resource exhaustion in that instance makes it no less indicative of the kinds of grief entailed by resource depletion. Accordingly, we need to understand what did bring on a carrying capacity deficit in the 1930s. -W. Catton
Un Adelanto
La revolución industrial nos hizo precariamente dependientes del legado decreciente de los recursos no renovables, aunque al principio no reconocimos este hecho. Muchos acontecimientos de la historia moderna fueron el resultado imprevisto de acciones tomadas con una conciencia inadecuada de los mecanismos ecológicos. Los pueblos y los gobiernos nunca desearon los resultados que sus acciones incurrieron.
Para ver hacia donde nos dirigimos cuando nuestro destino se ha separado tan radicalmente de nuestras aspiraciones, debemos examinar algunos indicios históricos que apuntan a que incluso el concepto de sucesión (Como lo hemos revisado en capítulos anteriores) subestima las consecuencias finales de nuestra propia exuberancia. Podemos comenzar dándole un nuevo vistazo a la gran depresión de los 30’s, un episodio que la gente vio en términos mas superficiales como fenómenos económicos y políticos cuando lo experimentaron. Desde un punto de vista informado por la ecología, ¿Que mas podemos observar en ese período?
La gran depresión, vista desde un punto de vista ecológico fue un adelanto del destino al que la humanidad se ha enfilado por los tipos de progreso que han dependido de consumir recursos no renovables. Debemos de entender por qué no se le identificó como el adelanto que representaba; esto nos permitirá por fin comprender los significados que pasaron desapercibidos anteriormente.
No sabíamos que era un Adelanto porque cuando la economía mundial se deshizo de 1929 a 1932, no fue por agotamiento de combustibles esenciales o de materiales. Tomando de la misma definición de Capacidad de carga –La máxima carga ecológica soportable indefinidamente- Ahora podemos ver que los recursos no renovables no proveen auténtica capacidad de carga; solamente proporcionan capacidad de carga fantasma. Si el llegar a depender de la capacidad de carga fantasma es un trato faustiano que hipoteca el futuro de Homo Colossus como el precio de nuestro exuberante presente, esa hipoteca no estaba en situación de embargo en la gran depresión. Aún así, mucho del sufrimiento que tuvo que soportar la humanidad en los 30’s necesita ser vista como resultado de un déficit de capacidad de carga. El hecho de que el déficit no acaeció como resultado del agotamiento de recursos en esa instancia no la hace menos indicativa del tipo de sufrimiento que conlleva el agotamiento de recursos. De acuedo a esto, necesitamos entender que fue lo que provocó un déficit de capacidad de carga en los 30’s
http://www.mnforsustain.org/catton_excerpt_overshoot_1982.htm
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