LÁVESE ENJUÁGUESE, REPITA

Amnesia programada.

Un triple hueco en el estómago: el sufrimiento humano como herramienta política. Tan pronto las imagenes de los niños -siempre injusta y monstruosamente sacrificados- en un ataque químico han llegado a la base del departamento de Estado, el embajador norteamericano ante la ONU corre al piso de debates para mostrar el compendio de sufrimiento y pedir retribución contra los perpetradores del ataque que de antemano han sido designados. Los medios masivos de desinformación ponen el volumen del reclamo de indignación  en 11 y presentan dichas fotos y videos después de cada comercial para improntar a la población  con el cotidiano genocidio.

...Triple hueco porque -primero- vemos el mismo guión que se ha utilizado incesantemente a lo largo de toda la campaña en el medio oriente para cumplir con el ya viejo anhelo de sustituir los gobiernos seculares por teocracias afines a Estados Unidos, Israel y Arabia Saudita.  -Segundo- porque los medios masivos de propaganda sacan del cajón los mismos textos para convertir en monstruos irracionales a los adversarios de su cometido. y -tercero- porque las conversaciones que escucho en mi entorno no cuestionan ni la historia ni el carácter profundamente psicopático de quienes producen esta sangrienta farsa una y otra vez... Aquí abajo vemos al general wesley Claeke confesando que el plan estaba en marcha desde  el 2001... y sigue operando, con la cronología cambiada, pero es la misma cadena de crímenes de guerra planeados desde el asiento del poder norteamericano.

En el muy específico caso Sirio: 

Carla del Ponte en 2013 ponía el índice sobre los jihadistas mismos en un ataque con gas Sarín contra la población civil. Poco tiempo después fue removida del cargo por no seguir el guión requrido.

Pero cansa tener que volver una y otra vez a rechazar los alegatos. Comparto mi triple hueco porque detrás de él se encuentra la triste certidumbre que para que todo este infernal aparato de mentiras, provocaciones y banderas falsas funcione, es necesario que exista una población en occidente, aquí en México, dispuesta a consumir y regurgitar esa porquería de desinformación. Cansa tener que explicar el concepto de bandera falsa, de distracción, de operaciones encubiertas de contrainteligencia, ya tan avanzado el siglo XXI y el compendio de crímenes de guerra de los Estados Unidos y sus aliados.

Cansa... pero ni modo, hay que seguir repitiendole a los psicópatas: Mientes. ¿Los medios son incansables en repetir acríticamente la propaganda confeccionada en los servicios de inteligencia U.S.? admito fatiga, pero repito: mienten para encubrir los genocidios cotidianos que cometen.

Pero... eso es lo de menos. ¿Que es lo que hay que decirle a los que aceptan que se les mienta cotidianamente y lo tomen por verdad? ¿Como hacerles ver que en cada ocasión que aceptan la mentira se convierten en cómplices de la siguiente masacre?

Probablemente ya no se les pueda decir absolutamente nada. Su complicidad es profunda. su capacidad de discernir critica-mente la realidad esté ya tan dañada que se encuentren mas allá de la posibilidad de limpiar su conciencia profunda  de la espiritual convicción de que sus manos también están teñidas de rojo. Que son compañeros en el crimen de los genocidas. Que por lo tanto ya tengan implantada una órden subconciente de borrar de la memoria todo rastro de sucesos anteriores, de sensación de incomodidad en sumar su voz y su indignación al enemigo programado por el Big Brother.

¿Para quien son los dos minutos de odio que nos piden el día de hoy?